El Ayuntamiento abrirá el Cerro este fin de semana tras la decisión de los jóvenes de alejarse del núcleo urbano 200 metros

Acuerdos importantes en torno al ocio nocturno en el Cerro entre los jóvenes y el Ayuntamiento de Peligros, que celebraron este miércoles una asamblea, en el propio Cerro, espacio de encuentro juvenil nocturno, de la que salieron varias decisiones: los jóvenes se desplazarán unos 200 metros hacia arriba, alejándose de la zona habitada, y el Ayuntamiento quitará los pivotes definitivamente, pondrá contenedores y señalizaciones. Señales que indicarán el lugar donde se permite el botellón y las penalizaciones por destrozos o por arrojar basura por los alrededores (la piscina municipal se encuentra junto a la zona afectada).

El alcalde ha dado instrucciones al área de Obras y Servicios, este mismo jueves, para intervenir en la zona y llevar a cabo lo acordado.

Por decisión mayoritaria del centenar de jóvenes que asistieron, el Ayuntamiento mantendrá las cámaras de seguridad, que permitirán, como destacaron los responsables municipales y los jóvenes congregados, identificar a quienes realicen actos vandálicos. Por consenso de las partes, se adoptó la decisión de abrir el Cerro este mismo fin de semana, y se estuvo de acuerdo en que las fiestas populares no son representantivas del resto del año, por la gran afluencia de vecinos de otras localidades, y porque los vecinos serán más permisivos que cualquier otro día del año.

Otro de los acuerdos alcanzados en la asamblea es el relativo al cierre del Cerro, que se produciría en el momento en que se incumplieran las medidas acordadas. “El equipo de gobierno no está por prohibir nada, más bien al contrario, pero es el gobierno de todos, y tiene que conciliar todos los intereses, y favorecer tanto el derecho al descanso de los vecinos como el derecho a divertirse de los jóvenes, la mayoría de los cuales vienen aquí a charlar, reírse y estar entre amigos”, expresó el alcalde, Roberto García, que empezó la asamblea tomando nota de las propuestas que traían los propios jóvenes. De ellos partió la idea de subir el botellón 200 metros alejándolo del núcleo habitado.

El equipo de gobierno se fue de la asamblea satisfecho por la asistencia de jóvenes y por la cantidad de propuestas positivas y la actitud constructiva que traían a la misma. El alcalde criticó, por el contrario, a quienes tratan de hacer política con la cuestión, algo que consideró “una mezquindad”.